Para quienes se sientan tentados por la idea, la visita a la Casa Blanca es posible y es uno de los lugares que hay que visitar en Estados Unidos. Esta práctica está permitida desde Thomas Jefferson en 1805, cuando este presidente estadounidense decidió abrir las puertas del palacio presidencial al público en general.
Prepara tu viaje y planifica una visita
Primero, comience por obtener su autorización de viaje ESTA. Este documento reemplaza la visa regular y es obligatorio para quienes deseen ingresar o transitar por los Estados Unidos por un período de menos de 90 días.
A continuación, planifique su visita a Estados Unidos, y especialmente a la Casa Blanca. Le tomará de 3 semanas a cinco, o incluso seis meses de anticipación, obtener una autorización de visita. La solicitud se realiza al consulado francés en Washington. Los solicitantes serán sometidos a rigurosas investigaciones realizadas con las autoridades estadounidenses con el fin de validar las solicitudes (lo que explica la lentitud de los trámites). Tenga en cuenta que los procedimientos son los mismos para todos y no hay excepciones para los ciudadanos estadounidenses.
Visitando la Casa Blanca
Una vez allí, los visitantes deberán traer su pasaporte. No se permitirán efectos personales durante la visita. Por razones de seguridad, los teléfonos y cámaras también deben excluirse de la visita.
Solo unas pocas habitaciones de la Casa Blanca están abiertas al público. En general, una visita tiene una duración media de media hora. Durante la excursión, el visitante tendrá el privilegio de visitar el Blueroom, el Greenroom, el famoso Despacho Oval, el East lounge donde se realizan las ruedas de prensa de la Casa Blanca, el Roosevelt Room, el muy chic Vermeil Room, etc. Las visitas solo se han realizado en grupos desde los ataques del 11 de septiembre.
El anterior presidente de los Estados Unidos, Barack Obama, brindó un recorrido virtual de 360 ° por dos hermosas salas de la Casa Blanca. Se trata de su antigua oficina, el Despacho Oval y la Sala de Situación, una de las salas más importantes desde donde se deciden todas las cuestiones importantes relativas a la estrategia estadounidense.
Visitar la Casa Blanca garantiza una experiencia extremadamente gratificante, una para probar mientras se encuentra en los Estados Unidos.